A las 11 de la mañana ya estábamos en el bus para ir al centro de Barcelona, a La Rambla, donde pasaríamos el resto de la mañana. En el paseo vimos un Starbucks, fue muy épico, todas quisimos ir y al bajar del bus dimos vuelta para tomarnos algo allí. Yo pedí un granizado de vainilla riquísimo y Nerea también, sin embargo, Ana y Sandra pidieron café con leche. Estaba todo buenísimo. Seguimos paseando y las chicas me regalaron una pulsera que ponía 'I love Barcelona' y una foto de Alexis Sánchez que la tengo colgada en mi habitación como un tesoro. Me saqué una foto con Colón con la camiseta del Barça y nos subimos a los leones que están al pie de la estatua. Lo pasamos genial.
A la 1 y media cogimos el metro hacia Badalona, donde era el concierto. Fuimos al Màgic, un centro comercial que está detrás del Pavelló Olimpic, y comimos allí, en el Pans & Company. Me comí la mitad del bocadillo y una Coca-Cola. De repente me llega un WhatsApp de Irene, una chica que conocí a través de un grupo de WA: SIMPRAN, diciendo que estaba comiendo en el Mc Donalds, en el mismo centro comercial que yo. En ese momento me puse aun más nerviosa, pensando que la conocería, y como ella a muchas chicas más de ese mismo grupo, el grupo que marcó mi corazón. Cuando vimos a Irene se me encogió el corazón, por fin, mi sueño, mi esperado sueño. Estuvimos con ella un rato y luego salimos a la calle a ver los alrededores del Pavelló, donde nos regalaron unas fotos de One Direction coleccionables.
De repente vimos a un montón de chicas entre dos autobuses gritando. Me dijeron que estaba allí Niall jugando al fútbol. Estuvimos esperando a ver si salía cuando vimos la pelota con la que estaba jugando venir hacia nosotras, todas empezamos a gritar y cuando vi a Niall detrás de la pelota empecé a llorar, fue de las cosas más especiales de mi vida. La primera vez que le vi, la primera y sin duda las más bonita de todas. No podía dejar de llorar, aunque solo le viese durante unos segundos.
Cuando ya me relejé un poco volvimos al Màgic, a junta de María, una de las personas más especiales y simpáticas que conocí y conoceré en mi vida, un amor de chica a la que quiero muchísimo.Como vimos que la gente ya estaba haciendo cola pues nos pusimos nosotras también ya que todas teníamos la misma sección, por lo tanto era la misma cola para las 6. Mi padre y el padre de Sandra nos acompañaron en la cola, ellos también iban a entrar al concierto. Mientras esperábamos vinieron unas chicas de la radio a oírnos cantar y nos grabó la tele. Por sorpresa vinieron tres niñas un poco más pequeñas que nosotras y nos dijeron si queríamos cantar con ellas, resulta que las muy tontas no se sabían a penas canciones y tuvimos que cantar las típicas en vez de cantar She's Not Afraid como queríamos.
Cuando abrieron las puertas vi a un montón de chicas llorando y me puse a llorar yo también. Entramos y nos sentamos tras un previo cambio de entradas con nuestros padres para podernos sentar más o menos juntas. En la sección de al lado vi a Nerea abrazarse con Radina y recorrí todo el recinto para abrazarla yo también. Nos sacamos unas fotos y volví corriendo a mi asiento porque Camryn iba a empezar.
El concierto transcurrió con normalidad. Cuando salieron los chicos me volví loca y lloré durante todo el concierto. Cuando sonó More Than This me senté en la silla, necesitaba aire, me sequé las lágrimas. Tanto tiempo deseando este concierto, este día. Lo mejor fue el saludo de Zayn durante Change My Mind, fue el momento más especial de mi vida. Un día que reviviría todas las veces posibles, mi día. Lloré hasta quedarme sin lágrimas y el 'like I te amo' de Niall en Little Things me puso los pelos de punta. Sin olvidar la Macarena y la parte de Liam haciendo beat box, increíble.
Al salir cogimos el metro hasta una parada de taxis, que nos llevaría al aeropuerto, el avión salía a las 6 y 25 del Prat y teníamos que hacer tiempo en el aeropuerto hasta esa hora. Allí abrimos las fotos que nos dieron de One Direction y las intercambiamos. Yo estaba agotada y estuve toda la noche en vela porque las sillas del aeropuerto eran tan duras que era imposible dormir. En cuanto pudimos embarcamos, subimos al avión y allí me quedé dormida. Cuando me quise dar cuenta ya era 23 de mayo, ya había pasado mi día, mi perfecto día, mi sueño ya se había acabado. La tristeza me invadió, ya volvía a estar en Galicia. Ya había pasado todo, sin darme cuenta. La verdad es que siempre me quedará el recuerdo, el recuerdo del mejor día de mi vida, el recuerdo de haber conocido a chicas como Nerea, María e Irene, gente fantástica imprescindible en mi vida, personas por las que haría cualquier cosa.
Gracias SIMPRAN.
Gracias One Direction.
Gracias 22.
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