Salí por las puertas de aquella apestosa clase de la universidad de Mullingar. A veces me preguntaba si estar aquí tenía sentido. No sé porque nos preocupamos por el amor si nunca dura, ¿qué mas dará? Pero ahora dudaba de ello, me dirigí a la cafetería y... allí estaba él limpiando las mesas y sirviendo cafés con una sonrisa.
Deseaba que el amor fuera algo real, puro y verdadero, que pudiera durar para siempre.
Me senté en la misma mesa de cada tarde, cerca de la ventana, me gustaba ver a la gente pasar, cada persona escondía una historia diferente.
Dejé los libros a un lado a la vez que observaba como él se acercaba a mi.
-¿Qué desea la señorita? -preguntó él de forma teatral. Su pelo rubio, su sonrisa, sus ojos azul celeste, el tono de su voz, su manera de saber como hacerme reír con cualquier estupidez... todo era tan perfecto, pero nunca tendría el valor de decírselo.
-¿En serio, Niall? -pregunté riendo.
-¿Debo entender eso como un “lo de siempre”? - contestó contagiándose con mi risa a la vez que observaba los libros. -¿Muchos exámenes?
-Pff, demasiados. -afirmé poniendo cara de desesperación. Él rió y se alejo aun carcajeando dirigiéndose hacía la barra donde se dispuso a preparar mi café diario.
Suspiré y me dispuse a abrir el primer libro: Bioestadística. ¿En qué momento se me ocurrió estudiar medicina? Era mas difícil de lo que imaginaba.
Y de pronto... ¡Catapúm! Un líquido caliente calló sobre la manga de mi camiseta, resbalando hasta mis pantalones y dejándolo todo empapado. ¡Joder! Exclamé en mis adentros.
-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! -exclamó Niall. Levanté la vista para mirarlo, y realmente, aunque no quería lo miré mal, muy mal. -No era mi intención... -tartamudeó.
-No pasa nada. -suspiré. -Me cambio y listo. -dije quitándole hierro al asunto.
-De verás lo siento mucho, -continúo dándome unas servilletas. -deja que te recompense.-sonrió.
-¿Y como piensas recompensarme? -reí y me crucé de brazos esperando que me sorprendiera.
-¿Qué te parece si te invito a cenar? -preguntó esperanzado.
-Bah, no muy típico. -contesté pasando del tema. -me sé esa historia chico guapo le tira la bebida a la chica para invitarla a cenar, se enamoran y son felices para siempre, nah. -Espera, ¿había dicho “chico guapo”? ¡Tierra trágame!
-Así que soy el chico guapo... interesante. -rió.
-¡Bueno no me cambies de tema que ahora quiero mi recompensa! -exclamé para encaminar nuestra conversación de nuevo.
-Esta bien. -sonrió, parecía que tenía una idea.- A las 10 en la puerta principal del campus y no te pongas falda. -sonrió pasando una bayeta por la mesa antes de alejarse sonriendo satisfecho. -¡Invita la casa!-exclamó.
Y en ese momento me temblaba todo el cuerpo, la mente se me había paralizado y... ¡no se daba cuenta de que él era todo en lo que pienso a lo largo del día!
Salí de aquella cafetería y me dispuse a dirigirme a mi habitación, necesitaba una ducha para asimilar que esta noche tenía una cita con Niall.
[…]
¡Venga ya! Las diez menos veinticinco y aún no sabía que ponerme. ¿Falda no? Joder, mi armario esta lleno de vestidos y faldas.
Buff, vale, falda no. Entonces tacones tampoco, por si acaso.
Observé el armario indecisa, finalmente me decante por unos pitillos desgastados, los conjunté con una camiseta marrón de hombro caído y introduje mis pies dentro de mis manoletinas del mismo tono que la camiseta.
Me asomé a la ventana y noté que una suave brisa fría comenzaba a amenazar, así que cogí mi chaqueta vaquera y un bonito pañuelo con estampado de leopardo para arrollarme al cuello. Bien, raya, rímel, brillo y unas gotas de Lacoste Pink.
Suspiré varias veces ante el espejo antes de salir hacía la entrada donde Niall estaría esperándome. ¿Por qué me ponía tan nerviosa? ¿Me gustaba de verás?
Ande tranquila intentando respirar profundamente y expulsar el aire a una velocidad normal, pero cada vez me resultaba mas difícil. Cada vez estaba mas próxima a él y podía sentirlo en los huesos.
Iba cruzándome con algunas personas que aún merodeaban indecisas por el campus y a unos 50 metros de distancia, allí bajo las rejas de la puerta negra estaba él.
Llevaba una camisa blanca conjuntada con unos pantalones cremas y sus típicas supra grises, pero el mejor complemento que portaba aquella noche era la preciosa y radiante sonrisa que decoraba su cara.
-Hola. -dije vergonzosa al llegar, ¿Me había sonrojado? ¿Debía darle un par de besos?
-Estas preciosa. -musitó antes de acercarse a mi para darme un par de besos, bien había decidido hacerlo él, mejor.
-Gracias. -contesté de manera patética como si tuviera 13 años. -Y... ¿dónde me vas a llevar? -pregunté intrigada, llevaba toda la tarde rebanándome los sesos intentando imaginar donde iríamos.
-¡Sorpresa! -exclamó riendo,- no te impacientes llegaremos enseguida, estoy seguro de que te va a encantar. Yo bufé y el simplemente rió mas.
Comenzamos a andar hacía su coche a la vez que conversamos de forma amena.
Era todo un caballero, abrió la puerta de aquel coche para que pasara y la cerró tras de mi para después dirigirse al asiento del conductor.
[…]
-¡Oh! ¡Me encanta esta canción! -exclamé tras unos 10 minutos de trayecto, Drops of Jupiter. - ¡Now that she's back in the atmosphere with drops of Jupiter in her hair eh eh eh! (8) -canté ilusionada.
-She acts like summer and walks like rain, reminds me that there's a time for change, eh eh eh(8) -cantó el de forma graciosa con una voz que claramente no era la suya y ambos rompimos a carcajadas. No había una sensación mejor que esta, sentirte feliz, libre, sin vergüenzas: llorar de risa.
-¡Estamos como cabras! -exclame riendo y en ese momento noté que paraba el coche, pero.... ¡estábamos en medio de... nada!
Todo lo que podía ver era campo y mas campo por todas las partes. ¿Me había traído a buscar duendes?
-Sí, pero tu ahora te vas a convertir en una cabra ciega.-Dijo torciendo la boca hacía un lado. ¿Eing?
-¿Me vas a secuestrar? -pregunté con un fingido dramatismo. -Yo confiaba en ti Niall. -reí.
-Ñaña, no te voy a secuestrar, aunque no te niego habérmelo planteado.-carcajeó y sacó un pañuelo de seda morado de su bolsillo.- ¿Me permites? -sonrió y yo suspire.
-Esta bien, ¡pero! Prométeme que no dejarás que me caiga.-advertí levantando mi dedo índice.
-Lo prometo. -aseguró con todo la convicción que en él podía haber, y así pues rodeo ese pañuelo alrededor de mis ojos haciendo que mi visión se oscureciera por completo.
Me ayudó a salir del coche, y realmente tenía miedo de estamparme, suspiré y pensé para mi misma: “No dejará que nada te pase, confía en él.”
-¿Sabes que se te ve muy bien cuando se nota que tienes miedo? -preguntó con un tono gracioso a la vez que pasaba uno de sus brazos al rededor de mi cintura y yo apoyaba mi mano en su hombro.
-No tengo miedo, simplemente.... me gusta poder ver. -comenté encogiéndome de hombros.
Me guió así durante casi 10 minutos que realmente pasaron rápidamente. Noté como se colocaba detrás de mi y apoyó sus manos en cada uno de mis hombros.
-Bien, ¿preparada?. -preguntó.
-Mas que nunca. -afirmé con una sonrisa. En ese momento escuché el cortar de unas tijeras, quizá cortando una cuerda, al menos eso parecía. El viento daba con mas fuerza en mi rostro azotando mi pelo y de pronto note como si nos eleváramos del suelo. ¿Qué estaba pasando?
-3,2,1... ¡Fuera pañuelo! -exclamó desatando aquella fina tela de mis ojos y entonces fue cuando me quedé muda.
Nos encontrábamos en un globo aerostático, el cual cada vez se elevaba mas y mas. Se podía observas el agua del mar brillando, todas las estrellas formando un manto sobre nosotros y parecía que aquellas luces irlandesas brillasen simplemente para él y para mi. Esto era perfecto.
-But tell me did you sail across the sun? Did you make it to the Milky Way to see the lights all fading and that heaven is overrated? [Pero dime, ¿Has navegado a través del sol? ¿Has ido a la Vía Láctea para ver todas las luces desvaneciéndose y que el cielo esta sobre valorado?] -cantó como un susurró de viento en mi oído, con una perfecta y armoniosa voz que hizo que realmente viera que el cielo esta sobre valorado, porque no podía haber mas cielo que estar a su lado.
Giré sobre mi para colgarme de sus ojos, esos ojos inocentes que ahora mostraban mil y un sentimiento.
-Eres increíble. -musité de forma casi inaudible a la vez que rodeaba mis brazos al rededor de su cuello.
-__________(Tu nombre) ¿Sabes que me tienes loco por ti desde la primera vez que cruzaste la puerta de la cafetería?-preguntó con los ojos brillantes y de nuevo muda, me había matado una vez mas, ¿qué responder? ¿cómo responder? ¡No había palabras para ello! Mis ojos bajaron lentamente hasta sus labios poco a poco, cada vez la distancia entre nosotros era menor deseaba sentir sus labios sobre los míos como un naufrago desea encontrar tierra.
Una de sus manos acarició mi mejilla haciendo que una corriente eléctrica pasará a través de ella a cada una de mis terminaciones nerviosas.
Un simple roce, inocente por ahora. Sus labios comienzan a moverse sobre los míos y todo lo demás desaparece, solo somo él y yo, allí en el medio del universo rodeados de estrellas y mostrando al fin aquellos sentimientos que ambos guardábamos en lo mas profundo de nuestras almas.
Espero que les haya gusta. Pregunta: ¿De quién hago el próximo? (: Comenten :3
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